Alberto Cornejo Madrid | viernes, 03 de febrero de 2017 h |

Como cada año, el calendario tiene marcado el 4 de febrero como fecha para conmemorar —y reconocer— la lucha contra una de las principales lacras de la sociedad mundial: el cáncer. Un conjunto de patologías que afecta a más de 1.500.000 personas en España (afectados y familiares) y con una incidencia en aumento. Según alerta la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), un 50 por ciento de hombres y un tercio de mujeres desarrollará algún tipo de cáncer a lo largo de su vida.

Datos así obligan a no desechar cualquier tipo de ayuda en materia de sensibilización, prevención y/o detección precoz que pueda ofrecer un profesional sanitario como el farmacéutico comunitario desde cualesquiera de las cerca de 22.000 boticas nacionales. Más aún si esa ayuda ya ha aportado resultados, como el ejemplo de los cribados de cáncer de colon.

Así las cosas, recogiendo el título de la conocida canción de Joaquín Sabina, a la farmacia le “sobran los motivos” para reivindicar un sitio en primera línea de la lucha contra el cáncer. En este sentido, hay Administraciones (Cataluña, Baleares, Murcia) que ya sitúan a la farmacia en esta primera línea y otras que no lo hacen, pero parecen dispuestas a corregir cuanto antes esta situación. Así lo avisó recientemente el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández: “cometí el error de no involucrar a nuestras farmacias en el plan regional de cribado de cáncer de colon; ya reconocí mi culpa y no va a pasar lo mismo respecto al cáncer de cervix”.

Tras este anuncio, la farmacia manchega espera que puedan concretarse estas intenciones. “Queremos colaborar en todo aquello que podamos para mejorar la cobertura poblacional y el diagnóstico precoz”, apunta a EG Ignacio Romeo, presidente del Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha y del COF de Guadalajara (Cofcam). ¿Cómo plasmar esa colaboración? “Captando población diana, estableciendo la opción de concertar directamente citas desde la farmacia con el especialista, etc.”, sugiere. Este 9 de febrero está prevista una reunión con el director de Salud Pública en la que Romeo confía poder tratar este asunto.

También en Castilla y León su consejero, Antonio María Saéz, ya ha tendido la mano a la farmacia para participar próximamente en este tipo de cribados. En su caso, el de cáncer de colon y recto, como ya hacen sus compañeros de la zona mediterránea peninsular. “Sabemos que hay interés y voluntad de de desarrollar este programa; por nuestra parte vamos a hacer todo lo posible por plantear un proyecto irrechazable”, indica Raquel Martínez, presidenta del Consejo de COF de Castilla y León. Para ello, la también presidenta del COF de Soria confirma que se fijarán “en la experiencia de Cataluña”.

Cribado de cáncer de colon: estandarte

Los programas de cribado de cáncer colorrectal en farmacias son el mayor exponente actual de la aportación de la farmacia comunitaria en esta lucha.

Por ejemplo, en Cataluña, cuando en 2000, el Instituto Catalán de Oncología puso en marcha un programa de detección precoz de cáncer de colon y recto a través de sus centros de Atención Primaria, solo se consiguió la participación del 17 por ciento de la población diana (mientras que la OMS considera una “participación aceptable” si se supera el 45 por ciento). Lo que no se conseguía desde AP sí se ha conseguido en la botica desde que en 2010 se sumó a este cribado a las farmacias de Barcelona —en 2015 se extendió a las de Girona y, recientemente, a áreas de Tarragona—. Los últimos datos revelan índices de participación de población diana en algunas zonas en torno al 60-70 por ciento. Unas pruebas que han permitido detectar un 6 por ciento de positivos.

“Los resultados dicen que acertamos plenamente con este plan y con la decisión, valiente por entonces, de hacer más próximos los cribados. Es decir, llevarlos a pie de calle, a las farmacias”, manifiesta Rafael Guayta, director de Proyectos e Investigación del Consejo de COF de Cataluña. Guayta recuerda que “hay países que tardan décadas en alcanzar estos niveles de participación en programas de cribado”.

Futuro: sensibilización y nuevas técnicas

Más allá de su participación en aquellas patologías cuyas técnicas diagnósticas permiten el cribado desde estos establecimientos, las farmacias juegan —y pueden jugar— un importante papel en otros aspectos como la sensibilización. Así ocurre ya respecto a patologías como el cáncer de piel o de mama, a través de campañas informativas que inciden en la importancia de revisiones periódicas.

Para el responsable del Consejo Catalán de COF, son tres las ‘patas’ en las que se articula el papel presente, pero sobre todo futuro, de la farmacia. Amén de la educación sanitaria desde la farmacia “en el decálogo del cáncer” para que el paciente sepa identificar posibles signos de aparición de esta patología, Guayta también apunta al seguimiento farmacoterapéutico al paciente oncológico. Y, mirando al futuro, “la aparición de nuevos elementos diagnósticos y y técnicas más sencillas permitirá a la farmacia comunitaria integrarse en nuevos cribados”, vaticina.