La Farmacia no ha sido ni es ajena al problema de desabastecimiento que se sufre en todo el mundo. La escasez de medicamentos es, sin duda, uno de los que más inquietan dentro de la profesión. Precisamente de ello ha tratado la conferencia, “Impacto global en la disponibilidad de medicamentos COVID-19 y guerra”, con la que se clausuraba el curso académico 2022 de la Academia de Farmacia Reino de Aragón.
La vicepresidenta de planificación de Laboratorios Teva, Mar Gimeno Frontera, fue la encargada de la clausura en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza. Gimeno Frontera explicó la fuerte repercusión que tuvo en la fabricación de medicamentos el cierre de fronteras en China e India durante la pandemia, así como las políticas de restricción de exportación de productos esenciales, entre ellos medicamentos y principios activos como “paracetamol, algunos antibióticos, aciclovir, progesterona, vitamina B12 e hidroxicloroquina. Lo que supuso un recorte de la exportación de productos farmacéuticos de alrededor de un 10 por ciento”.
Ambas situaciones pusieron de relieve la problemática que existe con la gran dependencia de esta industria de los países asiáticos, especialmente en los casos de India y China, principales productores de principios activos.
Vacunas
“La fabricación masiva de las vacunas frente a la COVID-19 significó que una gran parte de la capacidad de producción de artículos estériles se empleara en la elaboración de vacunas, por lo que perdieron prioridad para usar la capacidad de producción y materiales como viales, tapones, filtros estériles… para otros medicamentos estériles igualmente esenciales para la salud”, añadió la vicepresidenta de planificación de Laboratorios Teva.
La guerra de Ucrania
La farmacéutica también analizó el “impacto enorme” en la industria farmacéutica de la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que son países que producen gran cantidad de materias prima del medicamento, producto de empaquetado y energía. Por ejemplo, Rusia es uno de los mayores productores de aluminio, un metal muy usado en la industria farmacéutica para la fabricación de blísteres, inyectables, sobres, etcétera, lo que ha aumentado los problemas de abastecimiento y los costes de producción de todos los productos que necesitan del mismo.
«Tenemos un riesgo muy alto de mayores desabastecimientos de antibióticos si no se soluciona la producción y suministro de derivados del maíz»
Mar Gimeno Frontera, vicepresidenta de planificación de Laboratorios Teva
Rusia y Ucrania se encuentran también entre los principales países productores de maíz y trigo, fundamentales para la industria. Muchos alcoholes, como el etanol, derivan de estos cereales. También se utilizan como excipiente para la producción de comprimidos. De hecho, es clave la importancia del maíz para la elaboración de antibióticos que se producen por fermentación, como la eritromicina y azitromicina.
Incremento de costes
Mar Gimeno Frontera también hizo referencia al incremento de costes en la fabricación de medicamentos que estos problemas han generado. Según un estudio de AESEG (Asociación de Compañías de Genéricos de España), habrían aumentado entre un 12 y un 15 por ciento. Se trata de luz, agua, gas, materiales de acondicionamiento y transporte.
Asimismo, incidió en la necesidad de “apostar por una industria farmacéutica fuerte en Europa que evite depender de terceros países. Ello pasa por ayudas a la industria por parte de las administraciones, flexibilidad a la hora de localizar producción y políticas en los países que no vayan destinadas solo a la erosión de precios”.
Papel de la farmacia
La vicepresidenta de planificación de Teva finalizó su análisis recordando que, ante estos problemas, la oficina de farmacia es el último eslabón de la cadena del medicamento antes de llegar al paciente, por eso apeló a la necesidad de “aprovechar la profesionalidad científica del farmacéutico para que realice las sustituciones pertinentes por medicamentos equivalentes”.