Vivimos más y mejor, por ello el reto más importante que se presenta en el ámbito de la salud es el del envejecimiento, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante los cambios que está experimentando y experimentará la pirámide de población en nuestro país, “la oficina de farmacia comunitaria tiene un papel importante en la atención integral y cuidados de las personas mayores de 65 años y puede convertirse en una plataforma para prestar servicios y facilitar esos servicios de atención en el domicilio en coordinación con los equipos de atención primaria. Desde la formación e información a cuidadores, programas de promoción de la salud o atención farmacéutica personalizada”, ha afirmado César Antón, director del área Sociosanitaria de Cofares al comenzar la mesa dedicada al papel de la farmacia en el nuevo entorno sociosanitario quien ha colocado a la farmacia como pieza clave en el triángulo de la atención sanitaria : centros de salud, hogares y farmacia.
Por su parte, José Antonio López Trigo, presidente de la Sociedad Española de Geriatría (SEGG) ha destacado que España tiene en la actualidad un 19,1 por ciento de tasa de envejecimiento ésta se desplazará, entre 2050 y 2060, hasta el 30 por ciento. Así bien, “los profesionales sanitarios tenemos que cambiar de actitud y cambiar en la generación de servicios” ha indicado López al señalar que “la oficina se debe integrar en el equipo de atención integral de las personas mayores y apoyar en la adherencia terapéutica, la revisión de botiquines, analizar interacciones, la revisión de medicamentos para evitar duplicidades, etc. Todo ello para ayudar a compensar sus déficits a este segmento de personas necesitadas”.
“La farmacia comunitaria hoy más allá de los servicios básicos como la dispensación, lo que debe hacer es avanzar hacia una farmacia necesaria en la que haya un farmacéutico que trabaje y esté activo y alerta con conocimientos actualizados para poder desarrollar los nuevos servicios profesionales”, ha añadido Yolanda Tellaeche, presidenta del Instituto de Formación Cofares.
Para Tellaeche, el farmacéutico debe ser una pieza clave para el cuidado de los mayores dependientes, estén solos o con cuidador, así como cuando sea necesario, prestar su atención en el domicilio porque, si el paciente no puede desplazarse a la farmacia “no hay por qué cortar el cordón umbilical con su farmacéutico”.
La responsable de Cofares ha asegurado que mientras no se definan los procedimientos de actuación, “hay que hacer visible el interés por cuidar a estas personas desde las farmacias comunitarias, resolviendo dudas al cuidador, aportando la información que creamos necesaria al médico o aportar al familiar la seguridad de que estamos ahí”.
Desde Cuyde (Agencia de servicios de atención a la tercera edad en Madrid) han expuesto la necesidad de aportar información y formación a la figura del cuidador. Una tarea para la que se requiere a las farmacias, según Eloisa Ávila, directora de Cuyde.
“La farmacia tiene un gran futuro ante el cambio de la pirámide poblacional, la relación que se crea entre el cuidador y el farmacéutico es de confianza y pedimos a las oficinas de farmacia que por una parte ofrezcan la información y formación a los cuidadores a través de cursos, y por otra, la preparación de la medicación para los pacientes, algo que 15 facilita la tarea de los cuidadores”.