La ciencia de datos y el aprendizaje automático están revolucionando la forma de trabajo en diferentes áreas. Las tecnologías emergentes no solo plantean cuestiones tecnológicas, sino también preguntas éticas y sobre su aplicación y evolución. Sin embargo, en el sector sanitario, la inteligencia artificial (IA) se convierte en un aliado valioso, ofreciendo nuevas oportunidades para mejorar el diagnóstico, tratamiento y cuidado de los pacientes.
La IA permite analizar, organizar y hacer un uso eficiente de los datos de los pacientes, con el objetivo de obtener respuestas a cuestiones médicas en las que hay falta de visibilidad y lograr la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades, al tiempo que permiten mejorar la calidad asistencial de los y las pacientes.
Es por ello, que GSK, Verne Academy, Microsoft y la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han unido fuerzas y han impartido la primera edición del curso de formación ‘Data IA School: Inteligencia Artificial aplicada a la práctica clínica Oncohematológica‘, orientado al ámbito de la oncohematología y dirigido a sus profesionales (personal farmacéutico hospitalario y personal clínico de esta área).
Visión transversal
El curso ha tenido una duración de cuatros meses en los que un total de 32 alumnos procedentes del campo sanitario se han preparado y familiarizado con la IA. Más de 235 horas dedicadas a conceptos imprescindibles de la IA, problemas que resuelve, analítica en favor del paciente, IA orientada a procesos y como servicio, aplicabilidad de la Inteligencia Artificial o la ética de la IA, entre otros muchos temas.
“El objetivo es facilitarles una visión completa y transversal de las posibilidades de la Inteligencia Artificial, y que puedan mejorar sus procesos médicos identificando patologías y su tratamiento de una forma más sencilla y automatizada”, explica Javier Torrenteras, director de Verne Academy.
Según Sergio Ostalé, director de Acceso al Mercado de GSK, destaca que este curso “ha contribuido a la formación continua del personal sanitario y favorecer la generación de un espacio de trabajo multidisciplinar, en el que convergen medicina y nuevas tecnologías. Una muestra del compromiso de GSK por mejorar la calidad de vida de los y las pacientes que conviven con estas enfermedades uniendo ciencia, tecnología y talento”.
Como en muchos otros ámbitos, incluido el de la salud, la IA ayuda a potenciar la búsqueda de diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados, con fármacos menos tóxicos y más eficaces, capaces de mejorar los resultados del tratamiento y aumentar la calidad de vida de los y las pacientes. Para ello, se convierte en imprescindible la constitución de equipos multidisciplinares en los que intervengan tanto personal médico y sanitario, como científicos de datos y programadores.