El 17 de octubre de 2013, en un acto todavía simbólico, una farmacia de Sevilla —la primera que una década antes había dispensado la primera receta electrónica en España— dispensaba la primera e-receta europea interoperable, dentro del proyecto epSOS (Smart Open Services for European Patients) que lideraba Andalucía.

En la búsqueda de un modelo de receta electrónica común interoperable en toda Europa, fueron Finlandia y Estonia quienes ‘estrenaron’ esta interoperabilidad en 2019. Desde entonces, sus conciudadanos pueden retirar su medicación en el otro respectivo país. A lo largo de 2019 y 2020, bien en fase de pruebas o una integración práctica, el objetivo pasaba por la incorporación del grueso de Estados miembro, aunque ya son conocidos los estragos que en cualquier previsión ha supuesto la irrupción de la COVID-19.

Ahora bien, el cronograma inicial fijado por Bruselas apuntaba a la inclusión de España en este modelo a lo largo de 2021. Y así se cumplirá. Cuando menos, en una primera fase experimental. En concreto, Extremadura, junto con Canarias y el País Vasco, han sido las comunidades seleccionadas para iniciar la puesta a prueba del sistema de receta electrónica interoperable, con Portugal y la citada Finlandia como países con los que llevar a cabo esta conexión.

Cabe recordar que estas regiones fueron de las primeras en implantar sus modelos de receta electrónica nacional y, en concreto, Extremadura y Canarias las primeras en probar la interoperabilidad de la e-receta nacional. España, o su conjunto de comunidades autónomas, tardaron cuatro años (de 2015 a 2019), en ser completamente interoperables entre todas ellas.

Tras un período de unos seis meses para la preparación y ajuste de los respectivos sistemas informáticos de las regiones y países que participan en el proyecto, se espera que, a partir de 2022, los ciudadanos de todas estas regiones podrán recoger su medicación con su tarjeta sanitaria en cualquier oficina de farmacia de Portugal o Finlandia, y los usuarios de esos países podrán hacer lo propio cuando se encuentren en estas comunidades.

De manera simultánea al desarrollo de este pilotaje entre España, Portugal y Finlandia, otras agrupaciones de países europeos participan en proyectos de interoperabilidad de la receta entre sí, de cara a la futura implantación de la dispensación electrónica interoperable en todos los países de la UE.


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