Con la agenda de comparecencias ya completada, la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social del Congreso, ha quedado ‘vista para sentencia’. Una ‘sentencia’ que llegará en forma de un futuro único documento de conclusiones y propuestas que se nutrirá de las sugerencias planteadas por los diferentes grupos de trabajo de esta Comisión.

Precisamente, en esos grupos de trabajo se sitúa ahora el foco de actividad. En el caso del referente a Sanidad y Salud Pública, las formaciones políticas están dando a conocer sus documentos particulares de conclusiones y propuestas. Las referentes a la farmacia comunitaria —dentro de una tónica, dicho sea, de escaso protagonismo en estos documentos— permiten atisbar algunas coincidencias de pareceres. Por ende, invitan a pensar que ‘pasarán el corte’ en el documento único que vote y apruebe este Grupo de Trabajo el 1 de julio.

Integración en AP

¿Cuáles son esas coincidencias en torno al papel de las farmacias en el SNS ‘post-COVID’ que manifiestan estas formaciones? Destaca una por encima del resto: integrar de forma efectiva a la farmacia comunitaria en la ‘nueva’ Atención Primaria que necesita el SNS. Una necesidad históricamente reivindicada por la profesión y que ahora parece ‘atenderse’ con una crisis sanitaria sin precedentes mediante.

Por ejemplo, en la única resolución referente a las boticas que incluye el borrador conjunto elaborado por el Grupo Socialista y Unidas Podemos  se recoge “impulsar el desarrollo del papel asistencial y sanitario del farmacéutico, en coordinación con los profesionales de Atención Primaria”. Aunque coincidente, más concreta es la aportación del borrador del Grupo Popular. Plantea “reafirmar la farmacia comunitaria como la farmacia de atención primaria, buscando la cooperación entre profesionales en beneficio del paciente”. Precisamente, esa propuesta fue planteada literalmente por Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, en su comparecencia del pasado 8 de junio.

También el borrador de conclusiones del Grupo Ciudadanos —el que más propuestas plantea respecto a las farmacias de todos los grupos— insta a “promover la integración de la farmacia comunitaria en la Atención Primaria”. Todo ello, “potenciando la coordinación entre sus profesionales y los equipos de atención primaria”.

La AFD en la reconstrucción

El Grupo Popular y Ciudadanos coinciden asimismo en reclamar la atención farmacéutica domiciliaria (AFD), una de las prácticas asistenciales que más necesarias y exitosas se han revelado en esta crisis. Una petición también puesta sobre la mesa en la citada comparecencia de Jesús Aguilar.

En concreto, los populares exponen “reforzar la atención farmacéutica domiciliaria” e incluso “desarrollar programas específicos de atención farmacéutica en centros sociosanitarios y de discapacidad”.

Mientras, Ciudadanos defiende la potenciación de la AFD “entendida como la prestación de servicios profesionales farmacéuticos asistenciales en el domicilio del paciente, especialmente en el caso aquellos que por su condición física o de salud no puedan acudir o se recomiende que no acudan a la farmacia comunitaria para recibirlos, así como en los otros casos en que concurran causas de fuerza mayor u otras circunstancias objetivas que Iimpidan o desaconsejen el desplazamiento de los usuarios a la farmacia comunitaria”. Estos servicios —concretan— se prestarán desde la farmacia comunitaria en el marco de un programa de atención domiciliaria, a fin de favorecer la continuidad asistencial del paciente.

OTRAS PROPUESTAS PARA LAS FARMACIAS

A continuación se detallan otra serie de propuestas para la Reconstrucción del SNS que implican a las farmacias planteadas por los grupos políticos en sus documentos preliminares:

 Grupo Socialista-Unidas Podemos:

  • Impulsar buenas prácticas en farmacias comunitarias.

Grupo Popular:

  • Garantizar la sostenibilidad de las Redes de Farmacias, para su labor sanitaria, social y de cohesión territorial, en especial las situadas en zonas frágiles y despobladas.

Grupo Ciudadanos:

  • Posibilitar que los profesionales farmacéuticos de las farmacias comunitarias (…) desarrollen voluntariamente servicios asistenciales y de atención sanitaria y farmacéutica.
  • Posibilitar que las farmacias puedan acceder a la historia clínica del usuario concreto al que se preste dicho servicio para su mejor interés y, en su caso, completarla, con todas las garantías necesarias.