El Gobierno ha dado continuidad a la dispensación “no presencial” desde hospitales a pacientes externos —la denominada telefarmacia— en el Real Decreto-ley 21/2020, de de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación frente a la crisis de la covid-19 aprobado este 9 de junio. El conocido como RDL de la ‘nueva normalidad’.
Cabe recordar que durante el estado de alarma y, en concreto, en respuesta a las medidas de confinamiento asociadas y la recomendación a pacientes externos vulnerables de no acudir a los hospitales a recoger renovaciones de sus tratamientos, se ha fomentado el impulso de la telefarmacia y el envío de medicamentos a los domicilios —o centros de salud o farmacia de referencia del paciente, si así lo prefería—. Ahora, con su inclusión expresa en este RD de medidas fuera ya del estado de alarma, el Gobierno prolonga esta posibilidad “mientras dure la crisis sanitaria de la covid-19”, reza el texto.
A criterio de las CC.AA
En concreto, el RD deja a potestad de las CC.AA “establecer las medidas oportunas para la dispensación de medicamentos en modalidad no presencial, garantizando la óptima atención con la entrega, si procede, de los medicamentos en centros sanitarios o, en establecimientos sanitarios autorizados para la dispensación de medicamentos próximos al domicilio del paciente, o en su propio domicilio“. Una situación concebida para aquellos casos en los que “la situación clínica, de dependencia, vulnerabilidad, riesgo o de distancia física del paciente así lo requiera”, acota el texto.
Esta redacción también permitiría continuar con la dispensación de medicamentos hospitalarios a través de oficinas de farmacia, como así se permitía ya en el estado de alarma. Una práctica de de la que hicieron uso cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Cataluña, Cantabria y Aragón. En estos casos, no era el paciente el que escogía la farmacia como punto de recogida de su medicación, sino que eran las Administraciones las que asignaban este canal para la entrega.
El suministro de los medicamentos hasta el lugar de destino, así como el seguimiento farmacoterapéutico será responsabilidad del servicio de farmacia dispensador, indica esta norma. Igualmente, el transporte y entrega del medicamento “deberá realizarse de manera que se asegure que no sufre ninguna alteración ni merma de su calidad”.
Libro Blanco de la SEFH
Este “apoyo normativo” a la telefarmacia más allá del estado de alarma había sido anunciado por la propia presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Olga Delgado, durante la presentación virtual este 9 de junio del Libro Blanco de la Farmacia Hospitalaria. Un documento en el que, mediante encuestas a todos los Servicios de Farmacia nacionales, ofrece una radiografía numérica y estadística de la situación de la especialidad en España.
De hecho, el Libro Blanco de la SEFH recoge que antes de la pandemia solo se realizaba dispensación a domicilio desde el 3,8 por ciento de hospitales, mientras que una encuesta publicada por la SEFH en plena crisis elevó ese porcentaje a un cien por cien técnico, beneficiando a más de 116.000 pacientes.
Esta medida, surgida de la necesidad y urgencia, será ahora refrendada por el Gobierno para esta nueva etapa de desescalada y camino hacia la ‘nueva normalidad’. Cabe recordar que, basándose en el éxito que ha tenido la iniciativa en estos meses, la SEFH ya había anunciado su interés por desarrollar la telefarmacia al margen de esta crisis y publicó recientemente un documento de posicionamiento al respecto.
“Será difícil mantener el nivel de actividad de telefarmacia que hemos conseguido durante esta crisis; pero debemos trabajar por mantenerlo”, ha apuntado en esta presentación Miguel Ángel Calleja, ex presidente de la SEFH. Desde su responsabilidad como jefe de Servicio del Hospital Virgen de la Macarena (Sevilla), Calleja ya venía impulsando de forma pionera un servicio de telefarmacia, como contó EG.
Un millón de pacientes externos
La telefarmacia y el envío de medicamentos a domicilios de pacientes externos es una muestra de la diversificación de actividades de los Servicios de Farmacia.
Una ampliación de la cartera de servicios que se confirma en esta actualización del Libro Blanco de la SEFH y que tiene en el área de pacientes externos uno de los mayores exponentes. “El área de pacientes externos tienen un reto enorme por delante; no solo vale con la telefarmacia, hay que establecer nuevas vías bidireccionales de comunicación con los pacientes”, ha indicado Delgado.
Según datos que recoge este Libro Blanco, los Servicios de Farmacia nacionales atienden (dispensan) en su conjunto a más de un millón de pacientes externos. Principalmente, pacientes con VIH (más de 139.000), artropatías (cerca de 62.000) y hepatopatías (53.000). Para la dispensación presencial —que seguirá siendo necesaria para determinadas situaciones o perfiles de pacientes—, el Libro Blanco de la SEFH recoge que el 25 por ciento de hospitales han incrementado sus horarios de atención en los últimos años.
Incremento de plantillas
Otros reseñables datos que recoge este Libro Blanco indican que en los Servicios de Farmacia trabajan una media de 21 personas, de las cuales el 22 por ciento son farmacéuticos especialistas (4,2 de media) y un 65 por ciento personal no farmacéutico. Las plantillas han crecido en torno al 24 por ciento desde 2015 (fecha de la anterior versión del Libro Blanco). El rango de edad media de estos profesionales se sitúa entre los 40-50 años, si bien hay diferencias entre los centros de titularidad pública y privada.
Este documento también recoge un incremento “generalizado” de la participación del farmacéutico hospitalario en las distintas Comisiones de un hospital, así como una mayor presencia en Unidades Clínicas, Urgencias y Centros Sociosanitarios. En el otro extremo, se atisba margen de mejora en cuestiones como la robotización y automatización de los Servicios “ y también es mejorable la presencia de este especialista en los hospitales de día”, valora Calleja.