El futuro de Juan Ignacio Güenechea como presidente de Cofares se decidirá el próximo 8 de febrero en una Asamblea General Extraordinaria. Los mismos delegados que le auparon a la presidencia de la cooperativa el pasado 29 de junio tendrán que votar si cesan a Güenechea de su cargo, poco más de seis meses después de que accediera a la presidencia de la compañía de distribución más importante de España. La decisión de convocar la Asamblea se tomó en la reunión del Consejo Rector de Cofares del pasado 20 diciembre. Si bien, ya se había solicitado su convocatoria en una anterior reunión del máximo órgano de decisión de la compañía el pasado 14 de noviembre. Para entonces, Juan Ignacio Güenechea había perdido la confianza del consejo, que solicitó su cese ese mismo día. El motivo principal de esa ausencia de confianza en la gestión de Güenechea está en la falta de ejecución de los acuerdos alcanzados por mayoría en el Consejo Rector, ausencia de dedicación y la inacción ante decisiones adoptadas en esas reuniones. Una de esas decisiones tomada por mayoría y no llevada a cabo suponía el cese del actual director general de Cofares, Martín Pérez Segado. Acuerdo al que se llegó el 23 de octubre y que Güenechea no acató al considerar que existía un defecto de forma en la petición al no ir en el orden del día de aquella reunión del Consejo Rector del 23 de octubre. Asimismo, se denuncia que Güenechea también ignoraba decisiones adoptadas en relación a la contratación de proveedores. El presidente contraatacó con el envió de burofaxes amenazando a los miembros del Consejo Rector por administración desleal, por las decisiones que se tomaban por mayoría, y por no querer incluir en el orden del día de futuros consejos asuntos del interés de Güenechea.
A la petición de convocatoria de la Asamblea General extraordinaria efectuada por el Consejo de Rector de Cofares se unió el pasado 20 de diciembre a la de los interventores de la cooperativa en base a un informe presentado por Güenechea y el director general reprobado, Pérez Segado, en relación al suministro e incidencias en la asignación de la vacuna Bexsero, acusando a algunos miembros del Consejo Rector. El informe presentado, según ha podido saber EL GLOBAL de fuentes jurídicas, está inacabado, presenta irregularidades en sus conclusiones y carece de deliberaciones. Además, la constitución del Comité de Cumplimiento Normativo no se ha ajustado a lo expresado en el reglamento de Cofares. Por todo ello, la mayoría del Consejo contraria a Güenechea lo considera una maniobra de distracción. De hecho, votaron en presencia de un notario durante el Consejo Rector del 20 de diciembre su disconformidad ante las medidas disciplinarias impuestas contra los socios ya que estaban basadas en un informe irregular elaborado, según fuentes del Consejo, de manera premeditada e intencionada. Fue entonces cuando dos de los tres interventores se mostraron partidarios de llevar el ‘asunto Bexsero’ y las medidas disciplinarias a la Asamblea Extraordinaria.
El 8 de febrero, por tanto, los delegados de Cofares decidirán el futuro de la cooperativa y si debe seguir en manos de Juan Ignacio Güenechea o, por el contrario, optar por un cambio de rumbo.