La gripe afecta cada año entre el 5 y el 20 por ciento de la población. Se trata de la mayor enfermedad inmunoprevenible a nivel mundial. Aunque para muchos casos puede ser un proceso leve, tiene una elevada morbilidad y mortalidad y representa un riesgo importante para los más vulnerables. Los expertos insisten en que la mejor baza frente a la gripe es la vacunación, ya que reduce las probabilidades de gravedad de la enfermedad. Por ejemplo, el impacto de la vacuna en los mayores de 64 años es decisivo, ya que evita cerca del 40 por ciento de las muertes y de los ingresos en UCI. Ahora, el programa de vacunación se ha revisado y actualizado para que los menores de cinco años sean considerados como población diana.

Para el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), uno de los principales factores de este plan es dar a conocer la enfermedad. Por ello realizan diferentes acciones comunicativas en los centros de información, a través de llamadas telefónicas, SMS, recordatorios a los profesionales sanitarios a través del SERMAS y también actos publicitarios mediante de medios audiovisuales. 

La población diana no solo son aquellos en edad avanzada, también quienes tienen un riesgo mayor de presentar complicaciones –como los pacientes crónicos y las embarazadas– y aquellos que pueden transmitir la enfermedad a estos pacientes de alto riesgo –como los profesiones sanitarios–. Ahora, además, los profesionales sanitarios hacen un énfasis especial en aumentar la cobertura de vacunación debido al efecto sinérgico de la gripe y el COVID19, que multiplica por dos el riesgo de muerte

Mejorar la tasa de inmunización

Tasa de vacunación por grupos. CGCOF.

La efectividad de la vacuna depende de varios factores como la edad y estado de salud, la patogenicidad de los virus que circulan y la similitud entre dichos virus circulantes y los vacunales.  El año pasado la cobertura de vacunación antigripal superó el 60 por ciento entre los profesionales sanitarios, que tienen un doble papel tanto para limitar la enfermedad como en la recomendación de vacunación. 

En las embarazadas la vacuna protege a la madre, ya que tiene una mayor probabilidad de complicaciones derivadas de la gripe, y también al feto, ya que hay riesgo de aborto o parto prematuro. También es importante para la protección del recién nacido en los primeros meses de vida. En la anterior campaña de vacunación la cobertura fue casi del 55 por ciento. Un dato que acerca el objetivo del 60 por ciento en las gestantes. La inmunización de este grupo reduce más del 70 por ciento de las hospitalizaciones por gripe y casi la mitad de los casos confirmados.

En la población de más de 65 años se consiguió llegar casi al 70 por ciento, una cifra muy considerable ya que supuso una subida de 14 puntos porcentuales desde la campaña 2019-20 y 6 puntos desde la 2020-21. El objetivo para este año es llegar al 75 por ciento. Es fundamental para ellos porque el sistema inmunitario se debilita al igual que el resto de órganos, algo que ocurre a partir de los 50 años. Toda infección a partir de esa edad –gripe, neumonía o COVID19, por ejemplo– produce daños que nunca se recuperarán del todo.

Para los expertos, los pacientes crónicos también deberían estar incluidos en la vacunación. De hecho, la gripe multiplica por diez el infarto de miocardio, por ocho los accidentes cerebrovasculares o por cuatro el ingreso en UCI para los diabéticos. También el tener de base un problema respiratorio da muchas complicaciones, como en el caso del asma.

Vacunación en los más pequeños

La planificación de la vacuna antigripal se basa en un acuerdo marco de compra centralizada de dosis y su posterior asignación y validación. Los programas se revisan de manera frecuente y pueden llegar a modificarse. De hecho, se ha hecho una revisión de la ponencia de vacunas de la gripe con el ánimo de incluir en la población diana a los menores de cinco años, como muchos países de nuestro entorno. Murcia y Andalucía ya les incluyen en los planes de vacunación.

Los datos son clarificadores. Los más pequeños tienen una tasa de incidencia acumulada mayor que otros grupos y la tasa de hospitalización es mucho mayor que la de la población entre 5 y 65 años. Y dos de cada tres niños hospitalizados no tienen factores de riesgo. Es decir, sólo los mayores de 80 años les superan en riesgo de gripe grave. Otras circunstancias a tener en cuenta es que son los mayores difusores, tienen mayor carga viral y lo transmiten durante más tiempo.

Aclaraciones sobre las vacunas

Las vacunas no son sustituibles, se debe dispensar lo que pone en la receta. Son todas tetravalentes y para este año no hay trivalentes ni específicas para mayores en farmacias, sí en en Salud Pública.

Son de cuatro cepas: cultivadas en huevo, cultivo celular, especial para mayores y especiales para niños. Las primeras son las más habituales, tardan cerca de 6 meses en llevarse a cabo y se estiman a través de las cepas que han circulado en el hemisferio contrario.

Se puede vacunar de manera simultánea de gripe y COVID19 en los grupos de riesgo.

La mayoría de las vacunas, excepto la intranasal para los niños, son inactivadas. Es decir, no pueden reproducir la enfermedad al paciente.

Las vacunas se conservan en nevera, es algo que los pacientes deben recordar. Hay varias herramientas que los farmacéuticos pueden consultar e informar qué ocurre si rompe la cadena de frío, como en el caso de Termofarma o Botplus.


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