Pepa ha sido testigo de cómo la Farmacia puede cambiar la vida de un paciente. Ella, que es viuda, vive sola en la provincia de Zaragoza y tiene un diagnóstico psiquiátrico y deterioro cognitivo, con un alto riesgo de aislamiento social y suicidio, gracias al seguimiento farmacoterapéutico y el acompañamiento psicosocial continuado han logrado que su vida cambie drásticamente. Ya no es la misma: tiene más autoestima, más autonomía y su estado emocional y social ha mejorado notablemente. Esto ejemplifica cómo los farmacéuticos pueden actuar como una «palanca activa» en el cambio de vida de un paciente si hay una implicación y una vocación palpable con la innovación social, algo extrapolable al ámbito medioambiental y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Para incentivar esto, cada año, en el marco de los Premios ODS del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), se anima a los farmacéuticos de toda España a mandar sus candidaturas para ensalzar la labor de la profesión en estas materias. Para adentrarnos en el «renacer» de Pepa gracias a la farmacia, El GlobalFarma ha contactado con Rosa Morillo, vocal del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza (COFZ), cuyo proyecto «Atención farmacéutica a paciente con diagnóstico de enfermedad de salud mental con elevado riesgo de suicidio» quedó finalista en los Premios ODS. Morillo sostiene que este proyecto surgió fruto de su compromiso con la atención a pacientes vulnerables, especialmente aquellos con patologías de salud mental y riesgo de suicidio. «Nos dimos cuenta de que la farmacia comunitaria podía ir más allá de la mera dispensación de medicamentos y convertirse en un agente clave en la prevención del suicidio y la promoción de la autonomía personal, a través de un enfoque centrado en la persona», indica. De hecho, asevera que el fin era ofrecer un modelo asistencial innovador que combinara el seguimiento farmacoterapéutico con un acompañamiento psicosocial continuado, «algo crucial dada su situación de intento autolítico previo por sobredosificación de benzodiazepinas».
«Este proyecto ha significado una mejora radical en su calidad de vida»
Rosa Morillo, vocal del COFZ.
Según confirma Morillo, tanto la acogida por parte de la paciente como de sus familiares, que no viven en la localidad, ha sido «extraordinariamente positiva». De hecho, cuenta emocionada que, para la paciente, «este proyecto ha significado una mejora radical en su calidad de vida». «Ha logrado una adherencia terapéutica total, no ha vuelto a tener intentos autolíticos, ha mantenido su autonomía funcional viviendo sola, y lo más importante, ha mejorado su estado emocional y social», celebra. En este sentido, menciona que acudir cada día a la farmacia, algo que antes lo hacía solo una vez a la semana, ha reforzado su autoestima, reducido su aislamiento y le ha proporcionado un espacio de vínculo seguro y estable.
En cuanto a la acogida por parte de los farmacéuticos y otros profesionales, también ha recalcado que ha sido «excelente». «Hemos establecido una coordinación efectiva y fluida con atención primaria, enfermería, trabajo social y psiquiatría, lo que ha permitido una toma de decisiones ágil y compartida», afirma. Además, asegura que la implementación de herramientas digitales como Nodofarma Asistencial ha facilitado el seguimiento y la trazabilidad del tratamiento. «Este caso ha visibilizado cómo la farmacia comunitaria puede ser un eslabón fundamental en la cadena asistencial, generando un impacto clínico y psicosocial cuantificable», sostiene.
Equidad menstrual
Otra de las historias que ponen de manifiesto el impacto de la atención farmacéutica en los pacientes es la de Marina, que tiene 25 años, está independizada en una casa compartida, es estudiante y trabaja a media jornada en un bar. Mientras que lucha por sostenerse económicamente, la menstruación se ha convertido en uno de sus quebraderos de cabeza, ya que cada vez que va al supermercado, al ver el precio de las compresas y tampones, opta por renunciar a ellas y recurrir a «métodos caseros». Esta situación es más común de lo que parece, de hecho, según indica el estudio «Equidad menstrual en España»; el 22% de las participantes manifestaron haber sufrido algún tipo de dificultad económica para adquirir productos menstruales en algún momento de su vida. De hecho, casi el 40% confirmaron que se habían visto forzadas a optar por productos menstruales más baratos. Estas cifras hicieron que desde el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña se pusieran a trabajar en ello a través de la campaña «Equidad Menstrual: La meva regla, les meves regles», proyecto que este año ha sido el ganador del Premios Colegios Farmacéuticos y ODS, en la categoría Social.
María Enrique-Tarancón, presidenta del COF de Lleida y vicesecretaria del Consejo catalán, indica que «los productos menstruales reutilizables suponen un coste económico mucho menor». «Los productos de un solo uso, a lo largo de toda la vida fértil, suponen, de media, un gasto de 2.500 euros en tampones y compresas», añade. «Si en cambio, se opta, por ejemplo, por la copa menstrual el gasto sería de 144 euros», sostiene. En este sentido recalca que «las farmacias somos vitales para que el proyecto sea un éxito, puesto que garantizamos la equidad territorial, accesibilidad y entrega informada del producto a la usuaria».
“Las farmacias garantizamos la equidad territorial, accesibilidad y entrega informada del producto a la usuaria»
María Enrique-Tarancón, presidenta del COF de Lleida y vicesecretaria del CCFC.
Pese a que Enrique-Tarancón indica que, inicialmente, la iniciativa causó desconcierto entre los farmacéuticos, tanto porque colaborar con un Departament diferente a Salud era una novedad como porque el tema de pobreza menstrual era muy desconocido por su parte, «una vez comenzamos a formarnos y a explicar el proyecto fuimos conscientes de la importancia de la iniciativa y el privilegio que suponía poder colaborar en un proyecto pionero a nivel mundial». «La población lo recibió con entusiasmo y se acercaron muchas mujeres a la farmacia no solamente a buscar su producto, sino a comentar dudas e inquietudes sobre la menstruación y sobre su vida sexual», corrobora.
Reciclaje de inhaladores
Luis, que vive en la capital catalana, tiene 50 años y lleva la mitad de su vida padeciendo asma. Ahora, también se ha convertido en parte activa en la contribución a la protección del medio ambiente. Antes de conocer la campaña “Yo te ayudo a respirar, tú me ayudas a reciclar», impulsada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), no reciclaba sus inhaladores y los tiraba al plástico. Sin embargo, ahora se ha comprado un pequeño depósito que deja en su cocina para, una vez se llene, llevárselos al Punto SIGRE de farmacia. La historia de Luis podría ser la de cualquiera de los más de dos millones de españoles que padecen esta patología en todo el territorio nacional. Cabe mencionar que, en la actualidad, pese a que el 77% de los hogares españoles depositan los residuos de medicamentos en los Puntos SIGRE, solo el 36% afirma llevar también los envases vacíos y los prospectos. De hecho, en España se consumen casi 31 millones de inhaladores terapéuticos al año, y con tan sólo reciclarlos se reduciría el equivalente a 350 toneladas de C02.
La contribución de esta iniciativa ha propiciado que se lleve el Premio Colegios Farmacéuticos y ODS, en la categoría Medioambiental. Mercè Barau, vocal de Oficina de Farmacia del COFB, relata que lo que les hizo ponerse manos a la obra fue que solo en la provincia de Barcelona se desechan más de 3,5 millones de inhaladores al año, y que según el estudio AIRE (Análisis perceptivo de los Inhaladores REciclados), más de la mitad de los pacientes no los recicla correctamente, y más de dos tercios de los encuestados decían no tener información concreta de cómo hacerlo. Por otro lado, también saber que un reciclaje adecuado de estos dispositivos puede evitar aproximadamente 348 toneladas de CO₂ al año les hizo actuar para incorporar a la información sobre el buen uso y manejo de los inhaladores, la de la correcta eliminación una vez finalizado su uso para reducir el impacto medioambiental de la actividad sanitaria, que se calcula que a nivel mundial es el responsable del 5% de las emisiones de carbono.

«Refuerza nuestro rol como agentes de salud y nuestro compromiso con el medioambiente y la salud del planeta, dándole un sentido circular al buen uso del medicamento»
Mercé Barau, vocal de Oficina de Farmacia del COFB.
Según alega Barau, muchos pacientes desconocían que los inhaladores deben tirarse al Punto SIGRE, «es más, una parte importante de los usuarios creía iban al contenedor de reciclaje de envases y han valorado positivamente el consejo farmacéutico que ofrecemos acompañando la dispensación de los inhaladores». Por parte de los farmacéuticos, la campaña, que aún se está llevando a cabo, «ha tenido muy buena acogida, ya que refuerza nuestro rol como agentes de salud y nuestro compromiso con el medioambiente y la salud del planeta, dándole un sentido circular al buen uso del medicamento», garantiza.
ODS e innovación social
Para Morillo es fundamental que la profesión farmacéutica se involucre activamente en los ODS y en el ámbito social porque «somos agentes de salud de primera línea y tenemos un impacto directo en el bienestar de las comunidades». «La farmacia comunitaria, por su cercanía y accesibilidad, tiene una capacidad única para detectar precozmente situaciones de riesgo, ofrecer apoyo psicosocial y coordinarse con otros profesionales», hace hincapié. Asimismo, relata que «nuestra involucración social va más allá de la dispensación; se trata de humanizar la atención sanitaria, de construir comunidades más saludables y equitativas, y de demostrar que somos un pilar esencial en el sistema de salud».
Con el paso de los años, la profesión farmacéutica ha demostrado que tanto la innovación social como el compromiso con el medio ambiente han pasado a ser parte del ‘ADN farmacéutico’. En palabras de la vocal del COFZ «la innovación social es una parte inherente de nuestro ADN farmacéutico». «Somos un pilar en la comunidad, y nos adaptamos a las necesidades cambiantes de la población», garantiza. De hecho, remarca que «la innovación no es solo tecnológica; es también la capacidad de crear soluciones creativas y humanizadas para problemas sociales complejos».
Aterrizando esto en su proyecto, incide en que es un ejemplo de ello: «No solo se trata de una preparación individualizada de la medicación, que es un acto farmacéutico, sino de cómo ese ‘simple acto’ se convierte en un motor social y un anclaje estructural en la rutina diaria de la paciente, motivándola a salir de casa y fomentando su interacción social». «Esto es innovación social: transformar una práctica farmacéutica esencial en un sistema de soporte social diario que previene el aislamiento y detecta precozmente signos de alarma», añade. Siguiendo esta línea, Morillo asegura que «la farmacia comunitaria tiene la capacidad de implementar modelos de atención centrados en la persona, que son replicables y escalables». «Este enfoque proactivo y preventivo, que busca mejorar la calidad de vida y la autonomía, demuestra que estamos en constante búsqueda de nuevas formas de impactar positivamente en la sociedad», sostiene. «Este proyecto nos ha permitido ver de primera mano el impacto real y transformador de nuestra profesión en la vida de una persona», menciona. Al respecto, añade que saber que el hecho de que la paciente venga a la farmacia cada día para recoger su medicación la motiva a levantarse, asearse y salir de casa, y que este acto ha evitado nuevos intentos autolíticos y su institucionalización, es «la mayor recompensa». «Refuerza la idea de que nuestro rol es mucho más que técnico; es asistencial, social y profundamente humano», incide Morillo.
Responsabilidad con las personas y el planeta
Para la presidenta del COF de Lleida gracias a la iniciativa de equidad menstrual «estamos ayudando a normalizar un proceso vital que vive la mitad de la población, la menstruación, pero del que prácticamente no se habla». «Esta campaña nos ha dado la oportunidad y la visibilidad para hablar abiertamente y sin tabúes de pobreza menstrual, productos menstruales sostenibles y salud sexual y reproductiva», añade. En este sentido, confirma que muchas chicas jóvenes, han entrado por primera vez en una farmacia y han descubierto un lugar seguro donde poder acudir a resolver sus dudas e inquietudes con profesionalidad y sin prejuicios.
Por su parte, la vocal de oficina de farmacia del COFB asevera que es esencial que la profesión se involucre en los ODS. De hecho, corrobora que, actualmente, la sostenibilidad ambiental es uno de los ejes estratégicos del COFB. «Las más de 2.300 farmacias repartidas por la provincia de Barcelona, por su capilaridad, accesibilidad y proximidad son los establecimientos sanitarios idóneos para facilitar el reciclaje de medicamentos como los inhaladores», afirma Barau. En palabras de Barau, la sostenibilidad ambiental depende también del uso racional de los medicamentos, desde su utilización hasta su reciclaje. Por lo tanto, «tenemos una responsabilidad y un compromiso con la salud de las personas y en consecuencia con la del planeta», asevera. En el caso de la campaña del COFB, indica que «el posicionamiento en la vertiente de innovación social queda patente al potenciar una solución al reciclaje del inhalador en los diferentes materiales que lo conforman, incluido el gas propulsor, si lleva y las substancias farmacológicamente activas para ser más efectivos, eficientes y sostenibles no pensando solo en el usuario sino en la sociedad global». De hecho, hace hincapié en que contribuir en la reducción del impacto medioambiental es contribuir en la mejora de la salud de las personas. «Promover la salud de las personas y trabajar en el ámbito de la prevención es la mejor inversión para reducir la actuación ante la enfermedad.
Un compromiso que une al farmacéutico y al paciente
La relación farmacéutico-paciente se está reforzando fruto de que cada día se apuesta más por una atención asistencial. Esto se refuerza con el compromiso que ambos muestran tanto con los ODS como con la innovación social. «Tenemos la vocación de servicio y el conocimiento para proporcionar esa atención de valor», garantiza. «Nuestro proyecto lo ilustra perfectamente: la paciente no solo acude por su medicación, sino por el vínculo seguro y estable que encuentra en la farmacia, y nosotros respondemos a esa necesidad con un seguimiento proactivo y un acompañamiento psicosocial», añade. En este sentido, Morillo asevera que «el compromiso social nos une con el paciente en un fin común: el bienestar y la salud».
«El compromiso social nos une con el paciente en un fin común: el bienestar y la salud»
Rosa Morillo, vocal del COFZ.
Según menciona la vicesecretaria del CCFC, en la labor del farmacéutico también se encuentra concienciar a la sociedad de la importancia de la sostenibilidad, utilizando productos reutilizables y reciclando medicamentos, de ahí la importancia de apostar por campañas e iniciativas de esta índole en las farmacias. En este sentido, la vocal de oficina de farmacia del COFB insiste en que, en el caso de la campaña «Yo te ayudo a respirar, tú me ayudas a reciclar», se logra unir los intereses del farmacéutico en la adherencia terapéutica y uso correcto del inhalador con los del paciente en su salud personal. «De esta forma, conjuntamente contribuimos a la mejora de la calidad del aire y con ello al bienestar del paciente», incide. «Es un compromiso social y medioambiental minimizar el impacto en nuestro entorno reciclando los inhaladores en el Punto SIGRE», concluye.