¿Puede un Servicio de Farmacia que gestiona los tratamientos de más de 42.000 pacientes ingresados en el hospital al año y de otros 15.000 externos personalizar y humanizar la atención? Sí, puede. ¿Puede un servicio de Farmacia con tal volumen de trabajo automatizar al cien por cien su logística? ¿Y apostar, mientras tanto, por la superespecialización de los profesionales que en él ejercen? Sí, puede.
¿Y puede, asimismo, diversificar su radio de acción más allá del propio servicio y tener representación en otras seis áreas clínicas del hospital? También. Cuando menos, el servicio de Farmacia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid puede.
Como ha quedado indicado, todo lo anterior es posible. Ello no implica que sea sencillo y/o rápido de conseguir. En el caso de este servicio, la búsqueda de la excelencia comenzó —o se afianzó— hace 15 años, cuando en este servicio dio comienzo una estrategia que se mantiene hoy en día: la especialización de sus profesionales “por área clínica”. Así lo recuerda la jefa de este servicio, María Sanjurjo, quien junto a Ana Herranz, jefa de Sección, y Vicente Escudero, de su Unidad de Farmacia Oncohematológica, hicieron de cicerones para EG en una visita a sus instalaciones.
Humanización y calidad asistencial son los ejes transversales que implican a todo el servicio y al cerca de centenar de profesionales que lo componen. “La clínica la abordamos con una superespecialización. Cada farmacéutico hospitalario tiene unas competencias generales y unas competencias específicas adaptadas a su perfil clínico”, resalta Sanjurjo, quien considera que esta apuesta por la especialización “supuso el espaldarazo definitivo con los clínicos del hospital, al ver que los farmacéuticos del centro les aportan valor”.
De igual manera, el servicio tiene implantados hasta media docena de comités internos en áreas como Docencia, Seguridad, Innovación, Procesos Integrados…
Unidad de Oncohematología
Como parte —y consecuencia— de las constantes ‘vueltas de tuerca’ que Sanjurjo y su equipo aplican en el funcionamiento y estructura del servicio, se han creado Unidades expresas de Farmacia Oncohematológica y de Genética.
Respecto a la Unidad de Farmacia Oncohematológica, a ella están dedicados expresamente seis profesionales. Nuevamente, cada uno de ellos superespecializados cada uno de ellos en tumores concretos: mama, tumores torácicos, tumores digestivos, urinario… “Es imposible que un solo especialista controle todo tipo de tumores”, indica Sanjurjo para justificar esta subespecialización.
Esta Unidad se rige por una ‘regla número 1: “en su primera consulta en el Servicio, el paciente oncológico no puede salir de ella sin conocer el nombre y el teléfono del que será su farmacéutico de referencia a lo largo del tratamiento”, recuerda Sanjurjo. Así, todo puede resumirse en una máxima: un paciente; un profesional; una atención única.
Una vez asignado el farmacéutico de referencia, la actividad empieza en la selección y protocolización del medicamento —en coordinación con el resto del equipo multidisciplinar del centro— y ese especialista será el encargado de llevar desde el origen toda la supervisión del tratamiento del paciente.
Incluso, desde 2017 esa personalización cuenta con un plus tras la puesta en marcha de la app e-OncoSalud para el seguimiento real del paciente y estrechar (aun más) el contacto con él y su propia implicación en el abordaje de la patología. “El paciente puede usar todas sus funcionalidades o bien aquellas que necesite o quiera”, explica el coordinador de esta Unidad.
Así, el paciente puede registrar y consultar las citas médicas, su plan terapéutico, resúmenes de sus fichas técnicas, alertas… La propia aplicación cuenta con un algoritmo de prevención de efectos adversos en caso de polimedicados.
Pero, sobre todo, esta app permite la “trazabilidad total” de la información que se genera en torno al paciente, concreta Escudero, y establecer un canal de comunicación bidireccional permanente entre paciente y su farmacéutico. Si el paciente escribe un mensaje a través de la app, inmediatamente el especialista recibe una alerta en su correo electrónico informando de esta comunicación.
La importancia de esta Unidad y sus miembros no acaba aquí. Por ejemplo, la atención a los pacientes no merma un campo tan esencial como el de la investigación. Actualmente están activos más de 300 ensayos en el área de oncohematología. Y Ana Herranz recuerda el papel que juega el farmacéutico de hospital “para identificar mejor los medicamentos ligados a un biomarcador”. Por si fuera poco, un especialista de esta Unidad trabaja “directamente” con el Comité de Tumores del Hospital.
Plan de Humanización
Al Servicio de Farmacia del Hospital Gregorio Marañón le van los retos (si no había quedado claro hasta ahora). Por eso, desde 2000 tiene abierto un Plan de Humanización que se extenderá hasta 2023 y que, no podía ser de otra manera, abarca todas las áreas asistenciales del Servicio.
Este programa de humanización de sustenta en cinco pilares: compromiso del farmacéutico con el programa; organización de procesos, participación de los pacientes; bienestar del propio profesional y habilitar espacios fisicos que faciliten la humanización. Incluso, en el marco de este programa, se está constituyendo un Consejo Asesor de Pacientes. Actualmente, ya se han ejecutado en torno al 60 por ciento de acciones contempladas en este plan.
Servicio ‘5 estrellas’
Los méritos de este servicio de Farmacia tienen su reconocimiento. Este Servicio tiene la consideración de “5 estrellas” que otorgan los Premios Best in Class de Gaceta Médica y la Cátedra La Cátedra de Innovación y Gestión Sanitaria de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). ¿Los motivos? Haber ganado de forma asidua —y en distintas categorías— en las últimas ediciones de estos premios que reconocen, precisamente, un santo y seña del equipo de Sanjurjo: la excelencia en la asistencia sanitaria.