De un tiempo a esta parte, y como consecuencia del uso de las nuevas tecnologías en el sector del medicamento, están irrumpiendo diversas plataformas digitales y apps —desarrolladas por el sector o agentes externos, según el caso— en torno a la compra, entrega y/o recogida de medicamentos. Una irrupción que es directamente proporcional al crecimiento del debate sectorial en torno a su idoneidad —en el extremo más suave de la polémica— o su posible ilegalidad atendiendo a las restricciones que en esta materia establece la legislación farmacéutica.

Un conflicto que, en algunos casos, acaba con la Aemps tomando decisiones al respecto… O con el futuro de estas apps teniendo que ser dirimido en los tribunales. Así ocurre actualmente con una de ellas, Telefarmacia App, cuya continuidad o cierre será próximamente dictaminado por un Tribunal de lo Contencioso-Administrativo.
Primero de todo, ¿qué es Telefarmacia App? Según lo presentan sus propios fundadores —entre ellos el farmacéutico Pablo de Castro— es un servicio (bajo demanda y contratación del usuario) para la recogida por un tercero de la medicación o cualquier producto de las farmacias y la entrega a domicilio. “Exactamente lo mismo que si le pidiesen a un amigo o familiar que les haga ese recado” resumen de forma más práctica en su web.
Dispensación a terceros
“Simplemente se profesionaliza una labor que siempre ha existido: la dispensación a terceros”, concreta para EG su fundador Pablo de Mora. Cuando se contrata este servicio, un empleado de Telefarmacia App acude al domicilio del usuario a por la receta y/o la tarjeja sanitaria (si hay prescripción mediante) para, junto a un contrato del mandato del usuario que presentar en el establecimiento, visitar la farmacia y retirar la medicación.
Hasta ahí la explicación —grosso modo— de la parte implicada. Ahora bien, diversas entidades del sector, como el CGCOF y el COF de Madrid, no lo entendieron así al considerar que este tipo de apps y plataformas podrían traspasar “las líneas rojas” en torno al uso de las nuevas herramientas tecnológicas en el ámbito del medicamento.
Unas denuncias que se trasladaron a la propia Aemps y que, en el caso de Telefarmacia App, concluyó en la apertura el pasado mes de noviembre de un expediente de cierre (cese de actividad) al considerar que se realiza “venta de medicamentos”, como confirma la acusación a EG su fundador.
La justicia decidirá
Esta decisión provocó la judicialización del caso, dado que Telefarmacia App presentó ante la Justicia un recurso contencioso-administrativo contra este cierre. Hasta nueva orden, el servicio se mantiene activo. “Estamos seguros de su legalidad y somos nosotros los que hemos querido que sea un juez quien decida”, justifica De Castro.

Sea cual sea el resultado final de su judicialización, desde Telefarmacia App se denuncia la actitud “nada receptiva” de la Aemps. “No se nos ha dado la opción de explicarnos como sí se le ha permitido a otras plataformas como Ludafarma”, confirma De Pablo. Precisamente, Ludafarma —plataforma de conexión entre farmacias para facilitar al paciente la búsqueda de sus medicamentos— también ha estado sobre el foco de la Aemps y actualmente opera “como lo hacía desde el minuto antes” del examen de la Agencia, confirmaban recientemente desde Luda.
De vuelta a las críticas de De Castro, recuerda que, tras conocerse la apertura de esta invitación, se llegó a producir una reunión con el Departamento de Inspección y Control de Medicamentos de la Aemps “en la que se le puso a disposición toda la información y la posibilidad de que manejasen como cualquier usuario la app bajo nuestra presencia y resolviesen dudas”, detalla. “Sin embargo, rechazaron hacer cualquier prueba o manejo de la herramienta delante nuestra”, denuncia.
Igualmente, De Castro asegura que, meses antes de que esta app saliera al mercado, intentó contactar con el CGCOF para explicar su funcionamiento y objetivos “y nunca contestaron al ofrecimiento”.
Valoraciones de las corporaciones
Desde el CGCOF se ha indicado al respecto de estas plataformas y apps que “es importante que la Organización Farmacéutica Colegial sea vigilante ante la existencia de este tipo de plataformas de intermediación, para ponerlas en comunicación de la Aemps, pero también que las farmacias no dispensen nunca medicamentos con la intermediación de estas plataformas”.
También el COF de Madrid mantuvo un encuentro el pasado mes de julio con la Aemps en la que su presidente, Luis González, trasladó su preocupación ante el incremento de operadores digitales y reclamó una nueva regulación en este campo “que defina con claridad los límites y establezca las condiciones para lanzar nuevas soluciones telemáticas, siempre y cuando estén respaldadas por el canal autorizado y ofrezcan la máxima seguridad y calidad a los ciudadanos”, expuso al respecto.
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