La tosferina o pertussis es una infección respiratoria aguda altamente contagiosa causada por Bordetella pertussis. Afecta a todos los grupos de edad, pero es especialmente grave en los primeros meses de la vida.

Se trata de una enfermedad endémica a nivel mundial y, a pesar de las altas tasas de vacunación, continúan produciéndose casos. De hecho, la incidencia de la tosferina se ha incrementado en todo el mundo en las dos últimas décadas, siendo una de las enfermedades prevenibles por vacunación más prevalentes.

En las últimas semanas, varias Comunidades Autónomas (CC. AA.) han alertado del aumento de casos de tosferina en sus regiones. La situación más preocupante es la de Cataluña, donde el departamento de Salut de la Generalitat ha informado de hasta 350 casos en la ciudad de Terrassa, entre adultos y niños, y 12 colegios como focos principales.

Tal y como expone la Agencia de Salud Pública de Catalunya, durante los años pandémicos la notificación de brotes de tosferina se redujo de forma muy considerable, llegando a no notificarse ningún brote durante el año 2021. Sin embargo, en 2023 se observó un incremento importante en los brotes declarados (1.597 casos) y en el mes de enero de 2024, el número de notificaciones de brotes se incrementó de forma muy notable.

El 90 por ciento de las hospitalizaciones por esta enfermedad se dan en niños menores de 1 año por presentar complicaciones como imposibilidad para realizar las tomas, apneas, sobreinfecciones respiratorias bacterianas, encefalopatía con convulsiones e incluso puede ser causa de muerte súbita. La letalidad se concentra sobre todo en los menores de tres meses.

A pesar de que las coberturas vacunales se sitúan por encima del 90 por ciento, la tosferina mantiene una situación endémica, con ondas epidémicas cada tres-cinco años, tanto en España como en el resto de Europa. Esta situación se inició en 2011 y en 2015 se registraron las tasas más elevadas a nivel europeo.

Sin embargo, la irrupción de la pandemia de COVID-19 causó una importante reducción de la incidencia de tosferina como resultado del impacto de las medidas de restricción de la interacción social y el uso generalizado de mascarillas faciales. Una vez se eliminar las medidas de contención, se ha observado un incremento de los casos en España.

En junio de 2023, el Gobierno de Aragón notificó un brote comunitario de tosferina en la provincia de Zaragoza, con un total de 24 casos. En el País Vasco, también en el mes de junio, se registraron un total de 45 casos en niños. En Madrid, en las primeras 42 semanas de 2023 se notificaron 107 casos, frente a nueve en el mismo período de 2022.

Por su parte, el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas Europeo (ECDC) en su último informe también informó de un aumento de casos de tosferina en varios países europeos además del caso español: Dinamarca, Bélgica, República Checa, Noruega, Suecia, y Croacia.

Según el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP), aparte del impacto de la pandemia sobre la epidemiología de la tosferina, se han expuesto diversas hipótesis para explicar la dificultad para el control de la tosferina incluyendo la corta duración de la inmunidad natural y vacunal, las variaciones antigénicas del agente etiológico, la mayor sospecha diagnóstica y la mayor accesibilidad de las pruebas de PCR como técnica diagnóstica. Probablemente todas ellas juegan un papel en el incremento de casos, además del repunte esperable tras la pandemia de la COVID-19.

Por todo ello, el CAV-AEP insiste en que es necesario reforzar el papel esencial de la vacunación, tanto de lactantes y niños como de mujeres embarazadas, para intentar contener la enfermedad.

La vacuna frente a la tosferina forma parte del calendario de vacunaciones sistemáticas de todas las CC. AA. de España. En todas ellas se administran, al menos, cuatro dosis (primovacunación dos y cuatro meses y refuerzos a los 11 meses y a los 6 años), con excepción de Asturias que incluye una dosis a los 13 años con Tdpa. El calendario de vacunaciones de la AEP también contempla como vacuna sistemática una dosis, con Tdpa a los 12-18 años.


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