Si reciclamos de forma adecuada los inhaladores, en el ámbito nacional se reducirían aproximadamente 348 toneladas de emisiones de CO2 al año y se contribuiría, por lo tanto, a disminuir el calentamiento global y el impacto del sector sanitario en el planeta. A nivel mundial, se calcula que la actividad sanitaria es responsable del 5 por ciento de las emisiones de carbono.

Solo en la provincia de Barcelona, cada año se desechan más de 3,5 millones de inhaladores. Y según el estudio AIRE, más de la mitad de los pacientes no los reciclan correctamente después de su uso, y más de dos terceras partes indican no haber sido nunca informados sobre el lugar adecuado para hacerlo.

Los inhaladores, utilizados en enfermedades respiratorias tan frecuentes como el asma o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), contienen materiales como plástico, aluminio, gas y restos de medicamento. Teniendo esto en cuenta, deben depositarse en el contenedor del Punto SIGRE que se encuentra en las farmacias para que sean transportados a una planta de reciclado específica.

Durante el 2023, según datos de SIGRE, en la provincia de Barcelona se reciclaron 7 toneladas de inhaladores presurizados. Y aunque en Barcelona la media de residuos de medicamentos reciclados por habitante es superior a la media nacional (120,6 g/habitante en Barcelona respecto a 102,48 g/habitante en España), todavía hay mucho trabajo por hacer.

“Un inhalador es un envase farmacéutico y, como tal, cuando esté vacío o ya no se vaya a usar, debe depositarse en el Punto SIGRE de la farmacia para que reciba el tratamiento medioambiental adecuado” señaló Miguel Vega, director general de SIGRE. “No debemos olvidar que el uso adecuado de los medicamentos finaliza cuando se depositan sus residuos en el Punto SIGRE, y ahí el papel del farmacéutico es clave asesorando al paciente también en materia medioambiental”, añadió Vega.

Farmacéutico, clave para el buen uso y reciclaje de los inhaladores

Para dar respuesta a esta problemática, que afecta al medio ambiente y su sostenibilidad, el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) y AstraZeneca han puesto en marcha la campaña “Yo te ayudo a respirar, tú me ayudas a reciclar”. La iniciativa, a su vez, cuenta con la colaboración de SIGRE, la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER) y la Asociación de Afectados Crónicos de las Vías Respiratorias, “A Tot Pulmó”.

La sostenibilidad medioambiental depende del uso racional de los medicamentos, desde su utilización hasta su reciclaje. Es por este motivo que la campaña que se inició el 2 mayo en las farmacias comunitarias de la provincia de Barcelona, tiene dos grandes objetivos: por un lado, fomentar el consejo farmacéutico en el uso correcto y racional de los inhaladores para mejorar la adherencia al tratamiento, asegurar el efecto terapéutico y, con ello, un buen control de la enfermedad; por otro lado, concienciar a la población sobre la importancia de reciclarlos en el Punto SIGRE y conseguir, de esta manera, una adecuada gestión medioambiental para reducir la huella de carbono.

Jordi Casas, presidente del COFB, afirmó que “la apuesta por la sostenibilidad es un eje estratégico que siempre hemos impulsado desde la institución y, con esta campaña, los farmacéuticos demostramos nuevamente nuestro compromiso con la salud de las personas y del planeta”. Y añade: “En la provincia de Barcelona tenemos más de 2.300 farmacias repartidas en el territorio, por lo que gracias a nuestra capilaridad y proximidad con la población, somos establecimientos sanitarios idóneos para facilitar el reciclaje de medicamentos como los inhaladores”.

Así, en palabras de Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y de Acceso al Mercado de AstraZeneca España, “como compañía centrada en la salud de las personas, desde AstraZeneca buscamos acelerar la transición de nuestros inhaladores a alternativas de propulsores con emisiones casi nulas de carbono. De hecho, en 2025 lanzaremos una próxima generación de inhaladores con potencial de calentamiento global cercano a cero (GWP), reduciendo la huella de carbono de un 90%-99%. Pero no nos detenemos ahí y trabajamos de forma incansable a través de la colaboración con todos los agentes implicados para que nuestro sistema sanitario sea más sostenible y reducir todo lo posible el impacto de la huella de carbono”.

Enfermedades respiratorias, tercera causa de muerte y hospitalización

En cuanto a las enfermedades respiratorias, en España supusieron en 2022 la tercera causa de muerte y de hospitalización. Por otro lado, el asma afecta aproximadamente al 5 por ciento de la población adulta y al 10 por ciento de los niños, y se estima que existen cerca de tres millones de diagnósticos de EPOC. Para controlar su afección, muchas personas con estas enfermedades utilizan inhaladores para impulsar el medicamento hacia los pulmones.

Para Mariano Pastor, presidente de FENAER, “la reducción de la huella de carbono de los inhaladores presurizados debe realizarse sin poner en peligro a los pacientes respiratorios que necesiten inhaladores”. “Un paciente bien controlado tiene una huella de carbono menor que un paciente no controlado, por lo que optimizar debe ser la piedra angular de cualquier plan de sostenibilidad, en lugar de centrarse en la elección del dispositivo inhalador”, concluyó Pastor.


También te puede interesar…

“El uso adecuado del medicamento finaliza cuando sus residuos se depositan en el Punto SIGRE”