Farmacéuticos Mundi (Farmamundi) es la primera organización no lucrativa de nuestro país especializada en suministro y ayuda farmacéutica a organizaciones humanitarias y a comunidades en situación de vulnerabilidad en países empobrecidos. Este año, la ONG celebra su trigésimo aniversario y por ello El Global entrevista a su presidenta, Sara Valverde, para conocer mejor la labor de la ONG y su recorrido durante 30 años en los que han facilitado acceso tanto a medicamentos como atención sanitaria.
Pregunta. ¿Cuál es el balance que haces de los 30 años de Farmamundi?
Respuesta. El balance muy positivo. Ha sido un aprendizaje durante 30 años de trabajo porque cuando empezamos la cooperación era totalmente distinta, principalmente suministro de medicamentos y proyecto sencillos. A lo largo de estos años hemos ido avanzando en proyectos cada vez más complejos, con un acceso la salud desde un punto de vista integral. Tocando otros temas que no sólo son suministro. Ha sido una evolución muy importante acorde con lo que es la cooperación española.
P. Si tuvieras que destacar algún momento clave, ¿cuáles serían?
R. Hay dos fechas fundamentales en el trabajo de Farmamundi. Cuando la Agencia Española de Cooperacción Internacional nos certifica como organización no gubernamental de desarrollo, que solo hay 43 acreditadas en España; gracias a un trabajo muy grande que hay detrás en la claridad en los proyectos y transparencia en la gestión. Otra fecha que ha marcado la diferencia es cuando nos certificó la Unión Europea como suministrador humanitario no lucrativo. Somos la única organización farmacéutica en España y de las pocas de Europa que tenemos esa certificación. Eso marca claramente un antes y un después en nuestro trabajo.
“Entré a Farmamundi porque soy farmacéutica y quería ayudar a los demás. Es una forma natural de continuar lo que hago en mi día a día con pacientes más lejanos”
P. Este aniversario coincide con tu primer año como presidenta, ¿qué significa para ti?
R. Antes del nombramiento he estado 20 años de voluntaria. Entré porque soy farmacéutica y quería ayudar a los demás. Entré porque mi madre era socia de Farmamundi y le pidieron que fuera delegada de Madrid. Me dijo que aceptaba si la ayudaba y lo hacíamos entre las dos. Poco a poco me fui introduciendo y es una forma natural de continuar lo que hago en mi día a día. Al igual que en la farmacia, donde ayudo a mis pacientes como farmacéutica, con Farmamundi continúo esa labor con unos pacientes más lejanos y necesitados, pero es casi lo mismo.
P. ¿Cómo es el día a día y qué trabajo hay detrás de cada proyecto?
R. Somos 116 personas trabajando en Farmamundi y una Junta Directiva. La organización tiene 4 pilares. El área de suministro de medicamentos, la parte logística. Es un almacén de distribución para ayuda humanitaria cuando se produce una catástrofe o cuando alguna otra organización necesita medicación y nosotros se la suministramos. El área de proyectos de cooperación coordina 7 sedes internacionales en Centroamérica y Mali que se dedican a la cooperación al desarrollo. Tenemos el área humanitaria de emergencias donde trabajamos dentro de los países para ayudar a la población desplazada interna y aquella que lo necesita cuando se produce una catástrofe. Desde volcanes, tsunamis o guerras. Ucrania por ejemplo nos ha supuesto un esfuerzo tremendo, y que todavía realizamos. También nuestra filosofía es no olvidarnos de otras emergencias que ocurren todos los días y son crónicas. Trabajamos en Etiopía, Irak, Yemen, países que siempre son una emergencia.
“Creamos infraestructura, proveemos atención médica, formamos al personal sanitario. Es una labor menos visible, pero no por ello menos importante”
P. Vuestras acciones van mucho más allá del suministro de medicamentos, ¿en qué consisten?
R. Creamos infraestructura, suministramos atención sanitaria, formamos al personal sanitario. Es una labor menos visible pero no por ello menos importante. Eso en países con personas desplazadas por conflictos internos, desprovistos de una vida que ya era precaria. Nuestra labor es suministrarles cosas básicas, no solo medicamentos, como alimentos, refugio o limpieza personal. En un segundo momento suministramos medicación, normalmente con colaboradores en eso países, aunque no siempre es posible. También trabajamos en favor de la salud mental, porque las personas desplazadas muchas veces necesitan apoyo, están devastadas, su vida se ha roto. Por ejemplo en Irak damos apoyo a un centro de salud con una psiquiatra que es nuestra y se también les suministramos medicamentos para la atención psiquiátrica, algo que es bastante novedoso.
P. ¿Qué dificultades existen a la hora de enviar medicamentos a otros países?
R. El tema de suministro de medicamentos es muy complejo porque hay una normativa detrás, tanto en nuestro país como en los países donde llega la medicación, que hay que cumplir. Además, siempre trabajamos con unas necesidades, el país tiene que decirnos lo que necesita, no enviamos nada sin una petición previa del propio país o de las instituciones sanitarias. A partir de un listado de medicación necesaria empezamos a trabajar con laboratorios certificados en Europa, en la mayoría de los casos, y con todos los permisos de la Aemps. Pero el punto más importante es que tenemos una trazabilidad total y hasta que no sabemos que la medicación ha llegado al punto exacto no dejamos nuestra supervisión. Es más, sólo suministramos medicamentos cuando un personal sanitario se vaya a hacer cargo de los mismos, que haya un sitio donde almacenarlos y que luego sea dispensado por agentes de salud. Es un material sensible y tenemos muy claro que no se puede hacer de cualquier forma porque puede producir un perjuicio si acaba en el mercado negro, en manos no aptas o se utilizan mal.
“El punto más importante es la trazabilidad total: hasta que no sabemos que la medicación ha llegado al punto exacto no dejamos nuestra supervisión”
P. ¿Qué retos tiene por delante Farmamundi?
R. Espero que no seamos necesarios dentro de 30 años, pero mucho me temo que no será así. Nuestro gran reto actualmente es seguir con el apoyo del sector farmacéutico, de las farmacias que son tan importantes para nuestro trabajo y de nuestros socios. Nuestros proyectos de cooperación no se centran sólo en el acceso a medicamentos esenciales, ayudamos en nutrición infantil, potabilización de aguas, saneamientos, vivienda digna, vida sin violencia, sobre todo mujeres y niñas. Tenemos más de 110 iniciativas y proyectos en marcha, continuar con todo ese trabajo es nuestro reto.
P. Después de tantos años dedicados al acceso a tratamientos, ¿estamos mejor que cuando comenzó Farmamundi?
R. Vemos que muchos países los avances tecnológicos o tratamientos no llegan y los niños se mueren de enfermedades prevenibles, diarreas, problemas respiratorios… te das cuenta a lo largo de estos 30 años de que hay un trabajo muy importante por hacer no sólo por las ONG, sino a nivel gubernamental. Pero es algo que nos podría pasar a nosotros también. Creemos que los países empobrecidos son los únicos que pueden estar frente a una problemática de acceso a medicamentos, pero nosotros también en un futuro podemos vernos afectados por ello.
“Tenemos más de 110 iniciativas y proyectos en marcha, continuar con todo ese trabajo es nuestro reto”
P. ¿Qué expectativas tenéis con la celebración del trigésimo aniversario?
R. Lo planteamos como un acto de celebración con todos nuestros socios y donantes, pero sobre todo para agradecer el apoyo recibido que nos permite seguir trabajando. Lo que queremos es que toda esa gente que nos ha acompañado estos años lo celebre con nosotros y premiar a las organizaciones importantes que han estado a nuestro lado. También farmacias, Colegios y más de una treintena de ONG con las que colaboramos en distintos países y son nuestra contraparte y nuestros ojos allí.